Al parecer Harris se dio cuenta que no estaba haciendo uso lógico de su inmensa casa en las afueras de Londres y decidió venderla porque ahora prefiere vivir en Los Ángeles y Las Bahamas. La mansión que hoy se puede conseguir en una importante inmobiliaria inglesa incluye una pileta interna de lujo, una cancha de tenis y otra de fútbol, un estudio de grabación y un bar propio llamado The Horse and Cart.
Así que ya sabés: si te sobran unos pesos y estás pensando en invertirlos en un inmueble, la mansión de Harris es la mejor opción.
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