Así es cómo hay personas dispuestas a pagar tanto como 600 dólares al mes para vivir en armarios y roperos. Por supuesto, gran parte de esta gente son jóvenes que pasan la mayor parte de su tiempo en el trabajo y al aire libre, utilizando estos alojamientos minúsculos sólo para dormir.
Aparte de la evidente falta de espacio, estos hogares llamados geki-sema se apilan unos encima de otros y algunos ni siquiera tienen ventanas. Sin embargo tienen lugar suficiente para una diminuta TV, un cómodo colchón y espacio para apilar un poco de ropa limpia. Además tienen calefacción y electricidad para conectar los celulares y/o computadoras. Claro que el baño es compartido con otros inquilinos, nada diferente a cualquier hostel de cualquier lugar del mundo.
Muchos inquilinos dijeron que optan por este tipo de alojamiento principalmente porque no tienen suficiente dinero para alquilar algo más grande y confortable. En segundo lugar, la razón más frecuente es que estas casas se ubican en edificios céntricos, cercanos a sus trabajos y a los centros de entretenimientos y compras. Y la cercanía a estos lugares es un bien muy preciado, ya que el transporte en la capital japonesa no es barato y constituye un importante presupuesto, además de la cantidad de tiempo se pierde en viajes en subte y tren.
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