Este exagerado proceder de la Policía se debió a que un compañerito lo acusó de robarle 5 dólares en un recreo. El dinero estaba destinado a pagar una excursión que finalmente nunca se llevó a cabo. De todas maneas, el niño acusador denunció que el billete se le habría caído al piso en algún momento del recreo e identificó al pobre Wilson como culpable de la desaparición del mismo.
"Imaginen lo que sintió mi hijo mientras era retirado esposado junto a dos policías", declaró la madre del muchachito. "Yo no fui, lo juro", se dice que gritaba el niño entre llantos antes de ser encerrado en una habitación para ser interrogado.
Luego del abuso físico y verbal que sufrió Wilson, y después se ser liberado ya que no se encontraron pruebas del supuesto robo, la familia comunicó que presentará cargos contra la Policía de Nueva York y una indemnización de 250 millones de dólares.
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