Beyonce abrió y cerró cantando y bailando enérgicamente y mejor que la mayoría de las estrellas pop contemporáneas.
Marcó un tono serio al aparecer en el escenario ataviada toda de negro, cantando líneas de su éxito de R&B "Love on Top" en un escenario oscuro del que destellaban fuegos y luces a los lados. Entonces interpretó su hit "Crazy In Love" y le dio al Superdome algo de espíritu femenino mientras ella y un grupo de bailarinas realizaban su característico contoneo de caderas. Beyonce se arrancó parte de la camisa y de la falda e incluso lanzó un beso. Estaba lista para rockear, y lo hizo sin reservas.
Su seguridad y su voz se incrementaron a lo largo de su espectáculo de 13 minutos, en el que también participaron sus ex compañeras de Destiny's Child, y unos días después de haber admitido que cantó con una grabación en la inauguración del presidente Barack Obama menos de dos semanas atrás.
Beyonce demostró no sólo que puede cantar, sino que también puede entretener en un escenario tan grande como el del Super Bowl. La cantante de 31 años estuvo mucho mejor que Madonna el año pasado y mejor aún que los Black Eyed Peas en el 2011.
Beyonce se lució cerrando con "Halo" al final, cuando le pidió al público que extendiera sus brazos hacia ella mientras cantaba la balada en el momento cumbre de su actuación.
"Gracias por este momento", le dijo a la multitud. "Dios los bendiga a todos".
Durante su acto, sus otrora compañeras de Destiny's Child Kelly Rowland y Michelle Williams aparecieron en el escenario para cantar "Bootylicious", "Independent Woman" y "Single Ladies (Put a Ring On It)", en la coreografía popularizada por Beyonce en el video clip de esta canción.
Antes del partido, Alicia Keys interpretó al piano el himno nacional estadounidense "The Star Spangled Banner", vestida con un traje largo rojo y con los ojos cerrados.
A ella le siguió Jennifer Hudson, quien cantó "America the Beautiful" con el coro de la Escuela Primaria Sandy Hook en una actuación emotiva que arrancó lágrimas de algunos de los jugadores.
Los estudiantes llevaban listones verdes en sus camisas en memoria de los 20 estudiantes de primer grado asesinados el 14 de diciembre en un ataque en su escuela en Newton, Connecticut.
Los niños comenzaron a cantar suavemente antes de que Hudson, cuya madre, hermano y sobrino de 7 años también fueron asesinados hace cinco años, los acompañó con una voz potente y sabor a góspel.
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