jueves, 7 de febrero de 2013

Música: Alabama Shakes la banda que la rompe en EEUU



La historia de Alabama Shakes es la materialización del sueño del pibe: dos amigos del colegio comienzan a escribir canciones juntos, forman una banda y en menos de tres años sus vidas cambian por completo y logran -entre otras cosas- tres nominaciones a los premios Grammy.

Todo partió en Athens, un pueblo chico del sur de Estados Unidos en donde viven poco menos de 22 mil personas. Brittany Howard (voz y guitarra) y Zac Cockrell (bajo) empezaron a tocar juntos sin sueños de fama ni grandes pretensiones. Poco después, la banda se completó con la llegada de Steve Johnson (batería) y Heath Fogg (guitarra), pero sólo conseguían tocar en pequeños bares y parecía que la música no sería más que un hobby.

En ese entonces los cuatro integrantes de The Shakes tenían otros trabajos. Antes de ser descubierta y nombrada por algunos como la digna heredera de Janis Joplin, Brittany repartía el correo y se juntaba con el resto de la banda dos veces por semana. “Planeaba tocar y tocar hasta que estuviera vieja y tener quizás alguna actuación constante en alguna parte. Eso es lo más lejos que llegaba mi imaginación”, confesó la cantante a The New York Times unos meses después, cuando aquel trabajo ingrato ya había quedado atrás luego de firmar un acuerdo con ATO Records.

El detonante de su éxito fue una recomendación en un blog de música y el hito que luego les cambió la vida se llama Boys & Girls, un disco cargado de emoción y desgarro, que mezcla rock, blues y soul, y se aleja de esas producciones pulidas hasta el último detalle que buscan la perfección y acaban perdiendo su escencia. Lo grabaron en 2011 de forma independiente en un estudio de Nashville. “Es algo que cualquier persona que está en una banda quiere hacer: su primer disco. Así que empezamos a viajar al estudio siempre que teníamos dinero y un poco de tiempo, entre trabajos y en fines de semanas”, comenta Steve Johnson en conversación telefónica con RockNvivo. Tras concretar el acuerdo con el sello agregaron algunos detalles y el álbum se publicó en abril de 2012.

Lo que se generó a partir de allí fue un “viaje salvaje” que les llevó a convertirse en una promesa del rock y les valió nominaciones a los premios Grammy en las categorías Mejor artista nuevo, Mejor interpretación rock (por el single “Hold On”) y Mejor presentación de grabación. “Recibir una nominación a un Grammy significa conseguir el reconocimiento de tus pares, de otros músicos y artistas que están en la industria, y eso significa más para mí que… no sé, la nominación en sí misma es algo muy loco. En una locura pensarlo”, dice Johnson con emoción.

Ese mismo ascenso frenético es el que les traerá a Suramérica este año para participar en las ediciones de Lollapalooza que se realizarán en Brasil y Chile.

Se dice que sus shows en vivo van directo a la vena y merecen ser vistos con entrega. El baterista explica parte de esa mística: “Cuando estás en el escenario te entra una adrenalina abrumadora y te concentras completamente en la música. Hay noches en las que te alimentas del público, que tiene mucho que ver con la puesta en escena. Si el público está muy entusiasmado y grita y pide más, definitivamente sientes esa energía, te alimentas de ella y empiezas a concentrarte más y a tocar con más fuerza”.



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