viernes, 14 de diciembre de 2012

Crónica: La Reyna del Pop brindó un concierto de alto impacto visual y con fiebre


La cantante estadounidense Madonna brindó un concierto de alto impacto visual y escenográfico en River, pese a estar afectada por un cuadro de fiebre que de todos modos sobrellevó con gran profesionalidad y un buen puñado de sus históricos hits.

Si bien el concierto estaba pautado para las 22.00, la Reina del Pop demoró insólitamente el inicio del show y recién subió al escenario una hora y media después, cuando la incertidumbre y el malestar comenzaban a apoderarse del público argentino.

Los organizadores no informaron públicamente los motivos de la demora que pudo estar relacionada al problema de salud de la cantante, quien promediando el recital reconoció que no se estaba sintiendo demasiado bien producto de una "fiebre" que la estaba afectando.

De inmediato, Madonna pidió al público que la apoyen y la ayuden a cantar en lo que restaba del show, ganándose una fuerte ovación de los más de 50 mil fans incondicionales que ocuparon un 80 por ciento de la capacidad del estadio del barrio de Belgrano.

Solo se observaron unos claros en el campo vip y en los codos del recinto.

Tras una buena cantidad de canciones de Michael Jackson que sonaban de fondo por los altoparlantes del estado, finalmente las luces se apagaron y la cantante de 54 años salió a escena, minutos antes de las 23.30, enfundada en un ajustado traje negro con botas largas al tono.

La canción de apertura fue "Girl Gone Wild", el primer sencillo de su duodécimo álbum de estudio, MDNA, editado este año, y cuyo lanzamiento dio origen a la gira mundial que realiza la diva, con la escala argentina que la propia Madonna había prometido en su anterior visita al país.

Siguieron, casi enganchadas, "Revolver" y "Gang Bang", con la blonda diva portando una ametralladora y luego haciendo exigentes coreografías de lucha junto a bailarines y extras.

El show tuvo toda la parafernalia que se espera de un espectáculo de Madonna: múltiples cambios de vestuario y peinado, plataformas que se hundían o se elevaban por todo el escenario, escenografías que se desmontaban cada dos o tres temas, coreografías y bailarines de excelso nivel y un sonido alto y claro.

Pero tampoco faltaron los vicios de esta clase de eventos de megaestrellas del pop, especialmente los relacionados al exceso de pistas de voz pregrabadas sobre las que se apoya la cantante.

"Papa Don t Preach" -o mejor dicho un fragmento de ese tema- y y "Hung Up" fueron otros dos clásicos interpretados en el primer tramo del recital, mientras que en "Express Yourself" aprovechó para colar un pasaje de "Born This Way", hit de su más reciente "competidora" Lady Gaga, quien se presentó en el mismo estadio semanas antes.

Promediando el show, la cantante tuvo su comunicación más extensa con la audiencia cuando comentó el problemas de su fiebre, luego de unos previos "Que bueno estar de vuelta en Argentina" y "Gracias Buenos Aires", esto último en español.

Acostada sobre un piano rescató para la ocasión "Don t Cry For Me Argentina", que no había sido interpretada en los shows previos en Brasil, y durante ese tema exhibió la leyenda "Eva" en su espalda, en alusión a Evita Perón a quien interpretó en cine a mediados de los noventa.

Luego, el show ingresó en una meseta musical con demasiados temas nuevos, a excepción de "Vogue", aunque desde el plano visual siempre logró mantener un alto nivel.

El publico, algo frío durante la mayor parte del show, se despertó y cantó y ovacionó a morir cuando Madonna, después de varios minutos, volvió a tirar uno de sus inapelables hits: "Like A Prayer".

Por último, la Reina del Pop regresó al escenario para un enganchado superbolichero con "Celebration" y "Give To Me", que convirtió a River en una discoteca gigante.

La gente en ese instante volvió a encenderse, bailando y cantando como nunca en todo el recital, pero ya era el final: Madonna se despidió con un "Gracias" y descendió abruptamente sobre una plataforma.

Pese a la espectacularidad, se trató de un concierto con altos y bajos, y en el que se ausentaron hits de la talla de "Like A Virgin", "Ray of Light" o "La Isla Bonita".

Madonna repetirá en River el próximo sábado y finalizará su serie de tres shows el sábado 22 en el Estadio Mario Alberto Kempes de la ciudad de Córdoba.

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