Los Stones, cuyos componentes rozan los 70 años, consiguieron abarrotar el pabellón O2 Arena de Londres al comienzo de la mini gira "50 And Counting" que les llevará en diciembre a Nueva York y que ha levantado una enorme expectación al coincidir con el 50 aniversario de la banda.
Debido a tan señalada celebración, la noche comenzó con un vídeo que incluía los testimonios de algunos de sus admiradores como Elton John, Nick Cave, Pete Townshend e Iggy Pop.
Los fans que llegaron a la capital británica de todas las partes del mundo pudieron ver una vez más en un escenario con una enorme pasarela circular y dominado por unos grandes labios que cambiaban de color a los "habituales" Mick Jagger, Ronnie Wood, Keith Richards y Charlie Watts, a los que se unieron de manera excepcional Bill Wyman y Mick Taylor.
La presencia de estos dos exintegrantes de la banda le dio a la noche un carácter excepcional ya que fue la primera vez en dos décadas que tocaron juntos en concierto todos sus miembros.
Pero la noche, que muchos consideraban como el acontecimiento musical del año, tuvo además sorpresas y a "sus satánicas majestades" se unió en el espectacular escenario del O2 Arena la cantante estadounidense de RandB Mary J.Blige y juntos interpretaron "Gimme Shelter".
También participó de la gran fiesta rockera un viejo conocido del grupo, el legendario guitarrista británico Jeff Beck, que les acompañó con "I'm going down".
El concierto que arrancó con "Wanna be your man" repasó sus grandes clásicos como "(I Can't Get No) Satisfaction", "Sympathy for the Devil" o "Start me up", y llenó el pabellón del rock más puro durante dos horas y media que hizo las delicias del público.
Además, la banda tocó el material nuevo incluido en el recopilatorio "GRRR!: la guitarrera "Doom And Gloom", y la setentera "One More Shot".
En un momento del concierto, el carismático líder del grupo, Mick Jagger, se dirigió al público, que pagó entre 106 y 950 libras (entre 130 y 1.174 euros), y preguntó "¿Qué tal lo lleváis los de los asientos baratos? y añadió "Aunque tampoco son tan baratos", en referencia a la polémica por los altos precios de la gira.
A pesar de la enorme expectación y las pocas fechas programadas los organizadores no consiguieron vender todas las entradas y horas antes del concierto algunas páginas web ofrecían la posibilidad de asistir pagando a partir de 400 libras (unos 495 euros).
Sin embargo, los Stones, que este año han cumplido 50 años en el escenario, volvieron a demostrar en Londres ante un público de todas las edades completamente entregado que son unos rockeros inagotables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario